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Mostrando entradas de 2016

Lo que eres/ lo que son Vs. Lo que quieren que seas/ lo que quieres que sean

Desde que tengo memoria y consciencia sobre mi vida sentimental, siempre me había causado un poco de decepción que las personas que me atraían o me gustaban nunca actuasen como yo esperaba. Debo admitir que no soy de las que recibe flores con frecuencia o tiene fotos muy románticas con su pareja, no sé decir exactamente si fue porque ya quemé esa etapa, o porque las parejas que me han tocado son totalmente opuestas a mi en ese aspecto, entonces llegó un momento en que dejó de importarme.

Lo peor no es que te tomen por tonto, es que lo den por sentado

Ser adulto es posiblemente una de las cosas más divertidas, y al mismo tiempo más malditamente infelices que hay. Cuando uno es niño los ataques de sinceridad son vistos como una gracia, los padres - algunos, no todos- aceptan que uno no quiere ver a nadie y le ceden su espacio y su tiempo. Sin embargo, al crecer, uno se llena de convencionalismos, del tipo "debes ser diplomático porque en el medio en el que te desenvuelves todo se basa en las relaciones" "debes ser responsable" "debes ser cauteloso" "no digas esa opinión en voz alta" y otro montón de etcéteras que resuenan en la boca de todos como la canción de moda. Sin embargo, y por muy en desacuerdo que uno se encuentre con estas prácticas, las tiene que aplicar porque... bueno, es parte de "ser adulto".

Te amo, pero no te necesito

hace algunos días vi en un programa de televisión que el amor tiene una fuerte relación - y en ocasiones tóxica, si me lo permiten decir- con la necesidad. Sea desde el ámbito que sea. Bien sea el amor a la familia, a la pareja, al trabajo, incluso al dinero y a la estabilidad económica. Todas las relaciones afectivas conllevan cierto nivel de necesidad que si lo analizamos en detalle resulta hasta un poco desolador y dañino.

Tácticas banales para salirte con la tuya o cómo ser la novia trofeo

Yo me considero una defensora de las mujeres. No de esas que se pintan los pelos de las axilas y quieren que los hombres no existan, esas ideologías las respeto, más no las comparto. En fin, creo en el poder de las mujeres, creo en su inteligencia, en su ingenio, creo en que son capaces de hacer muchas cosas... solo que algunas de ellas no parecen saber el poder que tienen entre sus manos y se subestiman a sí mismas. Me refiero en específico a esas que creen que toda la vida pueden conseguir lo que quieren batiendo las pestañas y siendo lindas, sobre todo porque sabemos que la vigencia de la belleza es corta y algunos hombres son muy ingratos.

Del aislamiento y la oportunidad de regresar con más ganas

Muchas personas necesitan hablar para sentir que sus problemas tienen solución y animarse otra vez, otras necesitan sentarse a llorar un buen rato, otras simplemente tienen el poder de sobreponerse en la misma que se caen (esas considero yo son el mejor tipo) y otras necesitan aislarse para reagrupar sus ideas y decidir que hacer ahora. Yo soy de este último tipo.

"Soy Cool porque odio Pókemon Go" o Cómo odiar en internet lo que no podemos tener

Desde que salió Pókemon Go ha sido calificado con todo tipo de adjetivos. Algunos lo han considerado una alternativa contra la obesidad, otros como una especie de incentivo a la integración social (leí un artículo donde decían que estaba incentivando a los pacientes de Autismo a comunicarse y hacer amigos), otros lo han llamado una nueva forma de control corporativo, un arma para controlar las masas y hasta los más radicales han llamado a este juego una señal demoníaca del apocalipsis. Muchos otros lo han llamado un juego para tontos y ése es el caso en el que me quiero enfocar hoy ¿Por qué necesitamos restregarles a otros en la cara que somos más maduros y adultos por no jugar un juego que todos sí? Simple. Porque no podemos tenerlo.

¡Ahora también en la radio!

Cuando comencé a escribir este blog hace más de tres años, lo hice para drenar muchas cosas que me estaban pasando mientras vivía sola y me enfrentaba a esa adultez recién comenzada. Siempre se me ha dado canalizar mejor las cosas escribiendo que hablando y por eso comencé a escribir esto. Ahora, desde hace un tiempo la radio se ha convertido en otra de mis pasiones. Amo la tranquilidad y la sensación de estar en casa que me da estar en una cabina. Por eso también dediqué mis esfuerzos en el último año a hacer de la locución algo más que un pasatiempo; mi trabajo a tiempo completo. 

La gente demasiado amable me causa recelo

Este artículo puede causar algo de impacto en quien lo ve de buenas a primeras, pero es algo que tenía que sacar de mi pecho. No sé si es un problema de mi personalidad o demasiada desconfianza que he adquirido a lo largo de la vida, pero sí, es cierto. La gente que es demasiado amable o demasiado dulce de buenas a primeras me genera cierta... aprensión.

Del cansancio emocional y las ganas de salir corriendo

Últimamente me siento muy cansada. Es que incluso cuando uno es muy optimista y trata de mantenerse con la energía en alto; hay momentos en los que realmente provoca tomar un bolso y meter un par de cambios de ropa y salir corriendo, a donde nadie lo conozca a uno . Y es que el cansancio emocional, a diferencia del cansancio físico, no se va durmiendo solamente. Es un estatus, no lo llamaría de tristeza propiamente dicho, es de agotamiento. Es igual a cuando uno trabaja todo el día de pie o cuando duele la cabeza después de redactar o editar o dibujar todo el día en la PC; pero este se orienta mucho hacia los sentimientos, hacia las emociones.

¿Amigos? Tu y yo no somos amigos

Recuerdo que una vez leí en alguna parte " No temo al enemigo que me ataca, sino al falso amigo que me trata...", es una frase muy poderosa que se grabó a fuego en mi mente y que, hasta el sol de hoy, no he olvidado ni ha perdido vigencia en mi vida.

Analogías entre empresas menoscabadas y líderes ciegos de orgullo

Recuerdo que hace un tiempo trabajé en una compañía durante casi dos años. Esa compañía era contratista de una importante empresa de telefonía celular en Venezuela y en mi departamento se encargaban de medir varios indicadores concernientes a la calidad de servicio de la empresa y sus niveles de gestión en diversos procesos. En fin, el asunto es que, no pude evitar pensar en eso cuando puse en perspectiva la situación de la empresa y ver un poco reflejada en ella la situación del país.

La falta de empatía que nos va a matar

Lo que sucedió en Orlando la mañana del domingo pasado parece un horroroso recordatorio de lo terrible que puede ser alguien cuando la frustración se junta con la intolerancia. Pero más allá de eso es una oportunidad para algunos venezolanos de lucirse en las redes sociales con una ausencia de empatía tan indignante como vomitiva.

Adultos tristes

Últimamente podría parecer que mis artículos son un poco depresivos, pero pareciera que la realidad (y sí, me refiero a lo qe está pasando en Venezuela), me dificulta el mantenerme optimista cada día un poquito más. Sin embargo, como he mantenido desde un principio, la intención de este blog es catarsis mutua; yo me desahogo como si estuviese hablando contigo, ese que está leyendo y poco a poco vamos llegando a una conclusión que ponga luz sobre una posible solución. Sí, suena un poquito loco, pero así más o menos funciono yo.

Queridos Haters;

Siempre que uno trata de emprender un nuevo proyecto o incluso, a veces cuando comete la desfachatez (nótese el sarcasmo aquí) de no sentir ningún tipo de remordimiento por ser quien se es; e incluso enseñarle a los demás que pueden ser más felices siendo quienes son, uno se hace de fanáticos, pero en el sentido opuesto de la acera. Sí, a esa gente se le conoce actualmente con el bonito nombre de haters, pero simplemente yo creo que son fans del otro lado de la acera.

La friendzone no existe

Sonará un poco agrio y hasta odioso hacer esta declaración de una forma tan directa y descarada, pero yo considero que es algo que debe ser aclarado de inmediato para poder ubicar a unos cuantos en dónde están parados y así servirnos de un mundo mejor. Niñas, niños... La friendzone (o Zona del Amigo) NO EXISTE.

Cuando ser positivo se convierte en una obligación

Sinceramente no quiero hablar de política aquí... creo que es uno de los pocos lugares en mi entorno que no quiero que se contaminen con ese tema. Sin embargo, estas semanas han sido de las más duras que me ha tocado vivir, no solo por el contexto nacional en general, sino porque he tenido que forzarme a ser positiva, cosa que, dada mi naturaleza, nunca pensé que pasaría.

Amor y control

Debo comenzar por confesar algo. Soy muy miedosa en cuanto a relaciones de pareja se refiere. No sé si viene de que mis relaciones sentimentales no han sido muy buenas, o que en el fondo sigo siendo un poco insegura, pero las relaciones amorosas me generan puntos muy altos de ansiedad. Sobre todo para mí que me gusta controlarlo todo. Con respecto a lo último, sí, me gusta estar en control de muchas cosas. Desde lo que como hasta como me siento y con quien me junto. Eso quizá se contradice un poco con el hecho de que soy muy extrovertida e incluso confianzuda. Pero en lo que respecta a mí, a lo que implica mi vida, me gusta llevar un plan y siempre saber a qué debo atenerme... supongo que me ahorra el tener que llevarme chascos - que no, no me los ha ahorrado- y aunque sé que está muy mal, siempre ha sido parte de mi personalidad esperar que las cosas terminen de la forma más catastrófica posible.

La verdad es solo una. Hagas lo que hagas

Hoy en el gimnasio recordé algo. Y fue que una noche de sábado, bebiendo con unos amigos, alguien me dijo "Así como estás se te puede jugar un quintico... pero si fueras más delgada serías perfecta y todos te querrían de novia..." La persona que me dijo eso estaba pasada de tragos (bien dicen que los borrachos y los niños nunca mienten), tampoco sabía cuan enamorada estaba de él y cuan profundo me habían dolido sus palabras.

¿Y ahora que hago?

Quedarse sin empleo no es sencillo. En cualquier parte del mundo. Independientemente si te encuentras en Nueva York, Miami, Bogotá o Maracay es igual de estresante; pero no por la situación del país donde te encuentres (que quizás en Venezuela es más apremiante encontrar trabajo pronto es cierto), sino porque apenas sales de la oficina y llegas a tu casa, te haces la pregunta... ¿Y ahora que hago?