Ir al contenido principal

Del cansancio emocional y las ganas de salir corriendo

Últimamente me siento muy cansada.

Es que incluso cuando uno es muy optimista y trata de mantenerse con la energía en alto; hay momentos en los que realmente provoca tomar un bolso y meter un par de cambios de ropa y salir corriendo, a donde nadie lo conozca a uno. Y es que el cansancio emocional, a diferencia del cansancio físico, no se va durmiendo solamente. Es un estatus, no lo llamaría de tristeza propiamente dicho, es de agotamiento. Es igual a cuando uno trabaja todo el día de pie o cuando duele la cabeza después de redactar o editar o dibujar todo el día en la PC; pero este se orienta mucho hacia los sentimientos, hacia las emociones.




El primer síntoma que he notado en mí misma, es que mis niveles de tolerancia no son los mismos. Claro que me he vuelto más paciente y claro que he aprendido a respirar; pero hay momentos en que mientras sonríes para llevar la fiesta en paz, tu mente está gritando "¿Sabes como es la cosa? ¡Vete al carajo, pana porque esta no se la cala más!" Sin embargo, se hace necesario aguantar y callar a veces. Porque uno tenga una guerra interna no tiene que emprender esa guerra contra el mundo.

El segundo síntoma es, el encierro en uno mismo, en sus pensamientos. La constante introspección. La gente abruma, la música ensordece y esas cosas que uno disfrutaba antes van perdiendo significado. Sea culpa del país (si vives en Venezuela) o porque uno se está amargando, a veces se tiene la percepción que uno está donde está por pura inercia. Con la simple función de respirar y coexistir con el mundo sin coexistir en realidad. Es confuso, pero el que lo ha vivido sabe de que hablo. Uno comienza a sentir la necesidad constante de estar solo, de aislarse, de correr.

Con los años, o con las crisis, no lo sé exactamente, uno se va volviendo soberbio y susceptible. También se va volviendo exageradamente sentimental; algunas veces solitario, otras veces malcriado y obstinado. Con cada paso que se dan más cerca de los treinta uno se va volviendo más dependiente y al mismo tiempo soberbio y orgulloso. No quiere depender de nadie, pero al tiempo depende del mundo. Es como esa cita de Blanche en un tranvía llamado Deseo "Siempre se depende de la amabilidad de los extraños".

Hasta este momento, puede que encuentres este artículo más extraño y quizás un poco más sombrío de lo normal. Pero es que precisamente el cansancio emocional (así lo defino yo, si alguien es psicólogo y conoce cual es su nombre déjelo en los comentarios) es así; sombrío pero sin llegar a ser totalmente negro como la depresión. Es así como la melancolía; mucha introspección, algo de soberbia y un par de líneas escritas para desahogarse y volver. Como una catarsis. Esta vez les toca leer la mía. Porque, al igual que ustedes, yo no puedo permitirme abrumarme demasiado o tirarme en mi cama a morir. Hay trabajo, compromisos, responsabilidades y cuentas que pagar. Y al cliente, al que te contrata, le importa muy poco que tu tengas una gripe emocional o te dio por estar retrospectivo. Simplemente hay que salir y cumplir. No hay de otra.

Recuerdo que el que otrora fue mi profesor de Japonés; alguien a quien admiro y quiero mucho aun en la distancia, me dijo un día que todo lo que hacemos en la vida es 50% actitud, 50% acción. Se vale ponerse triste y se vale sentirse un poco apagado, pero si uno permite que esa tristeza acabe con uno, entonces todo lo que consiguió hasta entonces se irá por la tangente. "Menos labia y más acción" dice siempre.

Volvimos a la tonalidad alegrona y positiva de este blog. Es que, como la vida, no todo es miel sobre hojuelas. A veces, ustedes que me leen; deben saber que una que otra vez se me irá el ánimo y que al igual que todos, tengo situaciones que me recuerdan que vivo y que estas malas rachas o agotamientos son cosas por las que pasan los vivos precisamente. 

Para mi, escribir este artículo equivale a una larga noche de sueño para el cuerpo. Es como bálsamo para mi mente, escribir siempre lo ha sido. Entonces, ante el cansancio emocional, la mejor prescripción es descansar, llorar un rato si se necesita y ¿Por qué no? salir y correr. Escribir algunas líneas o aislarse con un buen disco o un libro un rato. Hacer esas cosas que sirvan para fortalecer el espíritu y reconectar el alma. Esas cosas que lo carguen de energía porque a veces es sano quejarse, lo malo es permanecer inactivo en la queja. Como esperar que un dolor de cabeza pase sin hacer absolutamente nada.
Kuro!

Comentarios

  1. "Q emocional" es una buena forma de conceptualizar el sentimiento, en el pasado he utilizado el término "resentimiento social" pero es un tanto extremo. Es triste que muchos no encuentren ese bálsamo o "dencorub" que frotar sobre el ematoma emocional que se tiene

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Todos merecemos un amor como el de Gomez y Morticia Adams

Hace un tiempo, hubo una época en la que muchas parejas se sentían identificadas con Gomez y Morticia Adams. Creo que en esa época lo consideraba una tontería, pero ahora en medio de tantas parejas que se identifican y quieren imitar a parejas tan dañinas (y en algunos casos enfermizas) como Anastasia Steel y Christian Gray o peor, El Joker y Harley Quinn (Gracias, Suicide Squad, de verdad); reflexiono que querer emular a esta ecléctica pareja no es ni tan mala idea.

La friendzone no existe

Sonará un poco agrio y hasta odioso hacer esta declaración de una forma tan directa y descarada, pero yo considero que es algo que debe ser aclarado de inmediato para poder ubicar a unos cuantos en dónde están parados y así servirnos de un mundo mejor. Niñas, niños... La friendzone (o Zona del Amigo) NO EXISTE.

Lo que eres/ lo que son Vs. Lo que quieren que seas/ lo que quieres que sean

Desde que tengo memoria y consciencia sobre mi vida sentimental, siempre me había causado un poco de decepción que las personas que me atraían o me gustaban nunca actuasen como yo esperaba. Debo admitir que no soy de las que recibe flores con frecuencia o tiene fotos muy románticas con su pareja, no sé decir exactamente si fue porque ya quemé esa etapa, o porque las parejas que me han tocado son totalmente opuestas a mi en ese aspecto, entonces llegó un momento en que dejó de importarme.