Café disperso

Desde hace algunos meses, el mundo de las artes y el espectaculo parece enfrentar una purga... y de las buenas. Decenas de mujeres y algunos hombres se atrevieron a hacer lo que para esa cupula era impensable: hablar.  Lo ocurrido con este monstruo llamado Harvey Wenstein solo fue la punta del iceberg de algo que todos sabemos que ocurre, pero nadie se atrevia a hablar abiertamente de ello. El abuso y acoso sexual en Hollywood es una realidad palpable y real; que incluso el todo el dinero del mundo no pudo tapar por mucho tiempo.

Hace un tiempo, hubo una época en la que muchas parejas se sentían identificadas con Gomez y Morticia Adams. Creo que en esa época lo consideraba una tontería, pero ahora en medio de tantas parejas que se identifican y quieren imitar a parejas tan dañinas (y en algunos casos enfermizas) como Anastasia Steel y Christian Gray o peor, El Joker y Harley Quinn (Gracias, Suicide Squad, de verdad); reflexiono que querer emular a esta ecléctica pareja no es ni tan mala idea.

Las expectativas son dañinas. Nos hacen ver cosas que no son o esperar cosas que posiblemente no sucedan. Nos hacen ver perfectos a los demás y nos resta valor a nosotros mismos; nos generan frustración y desdicha, nos aisla y nos hace sentir solos, nos va matando. Porque esperamos demasiado y recibimos tan poco que lo único que nos queda es la impotencia de “¿Esto era todo? ¿tanto esperar para… esto?”

Desde hace meses no escribo en este blog... y me hizo mal. Y es que, en honor a la verdad es como faltar a terapia, o empezar a saltarte las dosis de medicamentos. Al principio crees que no pasará nada y a largo plazo te das cuenta que nunca debiste dejarlo.

" Celos, malditos celos... ¿por qué me matan? Si no hay razón" Ésta canción ha sido durante décadas el himno oficial de los celos, tan conocido como el de La Champions League o incluso todas las versiones de despacito, y eso que incluso salió antes de que yo - y me atrevo a decir mis padres incluso- nacieran. Pero, ¿A dónde quiero llegar con esto? Este fragmento de la canción es mucho más cierto de lo que parece; no hay razón para sentirnos celosos, y no viene precisamente del hecho de que debemos confiar en la otra persona, sino que los celos son, como dice la canción de Arjona "Mitad falta de cesos y mitad inseguridad".

Hoy es día de la mujer. Muchas personas lo celebran, otras lo desprecian y a muchos les da igual. A otras, como yo, les sirve como día para evaluar cómo está la mujer en la sociedad, este día es el fruto de una lucha intensa, de batallas perdidas para el género femenino y es motivo de burla para la gente desinformada.

Sé que les he dicho en artículos anteriores que siempre hay que mantenerse positivos, que siempre hay que tratar de mantener la compostura y que no importa lo que suceda, siempre debemos encontrarle el lado bueno para poder resolverlo de la mejor manera. Pero hoy, precisamente hoy, siento que voy a tumbar aquel artículo con lo que voy a decir. Y es que usted está en plena facultad y derecho de molestarse y mandar a la mierda a todo el que se le atraviese cuando sienta que no aguanta más.

Hace algunos días, me encontré con la primera persona de la que me enamoré en la vida. Tenía como 4 años que no le veía la cara y contrario a lo que mucha gente podría pensar, a pesar de que la relación no se dió de la mejor manera... el encuentro fue bastante amigable.

Hace unos días, cuando publiqué el artículo sobre la infidelidad (el cual pueden leer aquí ), algunas personas me comentaron que debía hacer un análisis de cada una de las partes que componen una infidelidad. La parte de quien es "víctima" de la infidelidad (llámese, la pareja del mamaguevo en cuestión), es quien generalmente recibe toda la atención puesto que es la víctima, quien ha sido herid@ por una mentira y bueno, quien se lleva siempre la peor parte, pues ser desencantado de esa manera tan violenta no es nada fácil. 

Mi mamá siempre me dice " Lo que no te gusta en los demás, o lo que criticas en los demás es solo un reflejo de las cosas que no aceptas de ti mismo"; y analizando algunas cosas el día de hoy, siento que esta frase es bastante cierta, y aplica a casi todo. 

Debo empezar por confesarles que gran parte de los artículos de mi blog tienen fragmentos de cosas que me han pasado a mí, pero no son enteramente personales. Ahora, éste... que están a punto de leer a continuación, puede meterme en un "vaporón" como lo llamamos aquí en Venezuela, porque es el más personal hasta la fecha... y es que los amigos de mi novio no me caen del todo bien.

Hace algunos días se hizo muy viral en las redes sociales un vídeo del coach empresarial Simon Sinek acerca del comportamiento de la generación Millenial (Ustedes saben, aquellos nacidos entre 1985 y 2000) en las empresas. Entre sus argumentos destaca que la generación actual, crecida entre redes sociales, no aprecia el esfuerzo, y que quieren ser más importantes de lo que son útiles; quieren todo fácilmente porque gracias a las redes sociales viven en una burbuja de satisfacción instantánea que solo les toma una foto y unos cuantos likes obtener.

Las redes sociales se han convertido en el medio de expresión de muchas personas. A lo largo del día la gente invierte gran parte de su tiempo leyendo lo que piensan y sienten los otros, la música que escuchan, las películas que miran, los libros que leen, los personajes con los que se identifican.  De todas estas tendencias la que ha llamado muchísimo mi atención son las personas que constantemente se identifican a sí mismos como "malos". Asumen el papel de villanos incomprendidos, sarcásticos y antipáticos. Pero, si lo analizamos bien, esas personas no son malas, solo están tristes y solas.

El título de este artículo puede resultar un poco fuerte para algunos, pero, seamos sinceros ¿Quien puede utilizar un bonito termino para la pareja que resultó infiel?

Yo siempre me he preguntado cómo pueden hacer dos personas para vivir juntas. Sobre todo cuando entre estas no hay un vínculo sanguíneo. A duras penas uno logra convivir con sus padres en sus primeras muestras de adultez, entonces ¿Cómo vivo con alguien que no es absolutamente, como diríamos en criollo "nada mio"? Estas cosas vienen a mi cabeza de primera mano porque tengo casi dos meses quedándome en casa de mi pareja actual debido a circunstancias de trabajo (Mi bella Venezuela y sus servicios bastante deficientes), y en este poco tiempo he aprendido que es una receta que requiere una pizca de respeto por el espacio ajeno, colaboración y montones, montones, MONTONES de paciencia. Y no es porque me den problemas, al contrario, siento que soy alguien con la capacidad de adaptarse rápidamente (ya he vivido "sola" y "arrimada" varias veces) y afortunadamente las personas con las que convivo son muy amables y despreocupadas, pero, sinceramente la ide

Si algo me ha tocado aprender y a la mala en los últimos años, es que si uno quiere disfrutar y vivir plenamente el presente, debe dejar completamente atrás el pasado. Y con completamente atrás no me refiero a olvidarlo o desecharlo, me refiero es a aprender lo que toca aprender de él y continuar. Cuando se dice " El show debe continuar" es precisamente por eso, la vida, a pesar de lo que nos pasa, sigue su curso. El planeta sigue girando y los días se siguen sucediendo, por ende lo que ocurrió en el pasado (sobre todo lo malo) se debe dejar allí.