Si algo me ha tocado aprender y a la mala en los últimos años, es que si uno quiere disfrutar y vivir plenamente el presente, debe dejar completamente atrás el pasado. Y con completamente atrás no me refiero a olvidarlo o desecharlo, me refiero es a aprender lo que toca aprender de él y continuar. Cuando se dice "El show debe continuar" es precisamente por eso, la vida, a pesar de lo que nos pasa, sigue su curso. El planeta sigue girando y los días se siguen sucediendo, por ende lo que ocurrió en el pasado (sobre todo lo malo) se debe dejar allí.
Si algo siempre me ha causado cierta incomodidad, es la renuencia de algunas personas a seguir con sus vidas, dejando lo que les pasó atrás. Las hay de diversos tipos, esas que no perdonan o se perdonan por lo que pasó, pero se rehúsan a salir del contexto que los lastima (por ejemplo, esas personas infelices en sus relaciones, pero que permanecen allí porque sienten que no pueden encontrar nada mejor), y aquellas que dan la impresión de que siguen adelante, pero permanecen aferradas a una situación o persona que pertenece a un pasado y que ningún rol cumplen actualmente en sus vidas.
Yo considero que esas personas sienten una renuencia al dolor y a todo lo que tienen que lidiar con él. No dejan ir el pasado y no viven el presente, entonces su vida transcurre en una especie de limbo temporal donde no avanzan y no crecen, no maduran, no prosperan... ¡Nada!
Un caso puntual que ilustra perfectamente lo que digo son esas personas que empiezan una relación sin haber subsanado lo que les dañó en la relación anterior. Esto ocurre en su mayoría en relaciones de pareja. " Me hago novi@ de esta persona porque me quiere, pero sigo buscando atención de mi ex pareja". Ahí, la "víctima", por llamarlo así, de semejante locura, no es solamente quien está caminando hacia el presente con un grillete del pasado, sino el pobre iluso que le acompaña pensando que van en la misma dirección cuando no es así.
Otro caso podría ser de la persona que se muda a otra ciudad o país (como pasa a muchos de mis coterráneos venezolanos) y mantiene un pie en su antigua residencia, pendiente de sus problemas, quejándose sobre situaciones que ya no le atañen porque simplemente ya no vive allí. Que usted se tuvo que ir, pero su familia y seres queridos siguen aquí, es comprensible, pero desarrollar una úlcera por una situación que no puede controlar a la larga genera más consecuencias que posibilidades de que usted y su familia sean prósperos en este nuevo lugar.
Las parejas que no perdonan del todo las infidelidades son los peores casos de avances con grilletes, seguimos juntos, pero cada vez que surja una disputa te recordaré que tu me heriste primero siendo infiel, y que por lo que tu hiciste en el pasado tu y yo ya no tenemos paz. ¿No es mejor entonces terminar? Digo, porque sin paz ya no hay nada, y lo que te cueste tu tranquilidad, definitivamente está costándote muy caro.
Caminar añorando el pasado no es una forma de caminar; de hecho, no estás caminando en lo absoluto, porque es un movimiento a medias, es como caminar de espaldas. En cualquier momento caes, o peor.... la vida se va, transcurre mientras eso que no dejas ir te genera frustración porque simplemente no terminó en la forma que tu querías.
Creo que la necesidad de controlar las cosas es una de nuestras peores debilidades, porque es paralizante, es destructivo y dañino. Y termina haciéndonos el peor de los daños.
Por eso, con el fin de este artículo dejo todo lo que ocurrió en mi pasado atrás... y sugiero que usted que lee haga lo mismo; después que se deshaga de ese grillete, de esa situación que no se dió, va a sentir como camina hacia adelante con mayor ligereza de paso, mayor conciencia de su presente... y menos peso en sus hombros.
Porque, sinceramente, que pendejo se ve uno rumiando rencores o caminando con grilletes.
Carlix
Comentarios
Publicar un comentario