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La desinformación como origen de todos los males

Hoy es día de la mujer. Muchas personas lo celebran, otras lo desprecian y a muchos les da igual. A otras, como yo, les sirve como día para evaluar cómo está la mujer en la sociedad, este día es el fruto de una lucha intensa, de batallas perdidas para el género femenino y es motivo de burla para la gente desinformada.


Si bien es cierto que atrás quedaron los días donde la mujer no podía votar, no podía trabajar, no podía estudiar. Aún quedan muchas batallas por luchar, muchos prejuicios por derrumbar y muchos derechos por reclamar. Parece increíble que en medio del siglo XXI aún las mujeres tengamos aún que reclamar derechos que como seres humanos nos pertenecen. 

Pero, y esto lo digo con conciencia, el feminismo tiene mucho que resolver internamente antes de ser tomado en serio. Y el mayor enemigo que tenemos como movimiento es la desinformación. El estar desinformadas hace que tomemos este movimiento social como algo a la ligera, como una vara para golpearnos los unos a los otros y no para defendernos, no para reclamar lo que nos pertenece; como está concebido. 

El feminismo no es hembrismo, no es creernos mejor que los hombres, ni mucho menos querer erradicarlos. Ellos son parte de nuestra lucha. El feminismo también protege a Juan que se siente anormal porque le gustan otros hombres de su clase, el feminismo lucha por Chris, que aunque nació hombre se siente mujer por dentro, y cree que eso es enfermizo y merece morir. El feminismo lucha por Jean, que es sensible y es humillado por otros hombres por serlo; pretende que Edgar -cuya hija acaba de nacer- tenga más de tres días de permiso para estar con ella, pues sabe que los primeros 45 días del nacimiento son los más importantes y en los que el padre también debe estar presente.

El feminismo también lucha por Pablo, cuya esposa lo golpea, pero el teme denunciar para que no lo llamen "marica", el feminismo también lucha por Carlos, que sufre de acoso escolar, pero el tiene "que aguantarlo como un hombre". El feminismo, aunque se llame así, también pertenece a los hombres, a esos a los que les han prohibido tantas cosas, como usar los colores que quieran o dedicarse al hogar, porque esas "son cosas de mujeres". 

La desinformación ha sido la principal raíz de que el feminismo se convierta en un chiste. De que las mujeres (y aún más los hombres) teman llamarse feministas. Porque al hacerlo, de una vez reciben la etiqueta de gente velluda y maloliente que quiere protestar con los senos al aire. Pero va más allá. El feminismo como movimiento pretende que las mujeres sean revindicadas y reconocidas, porque no es posible que habiendo mujeres tan talentosas en diversas áreas del conocimiento, solo el 5% de las empresas las ocupen en cargos de alta gerencia. 

El feminismo como movimiento pretende que las mujeres sean libres de decidir qué hacer con sus vidas sin someterse al escrutinio social. Que decidir tener hijos sea digno de tanto respeto como decidir no tenerlos, que si quiero tener sexo casual de manera segura, nadie se sienta en la posición moralista que nadie le ha otorgado de llamarme puta. Que el como una persona luce (mujeres y hombres por igual) no determine cuanto éxito tendrá, porque somos nuestros peores jueces y verdugos.

El feminismo pretende que no se humille al hombre que decide retirarse del trabajo para cuidar de sus hijos mientras su mujer trabaja. Que se respete al hombre que quiere ser florista o maquillista sin etiquetarlo. Que las mujeres talentosas tengan acceso a oportunidades que les permitan desarrollar esos talentos. Que podamos ir seguras de viaje sin temor a que nos violen, o que las que sufren de acoso no sean señaladas por lo que llevaban puesto o con quienes andaban. 

Sin embargo este tipo de cosas están siendo eclipsadas por la desinformación. Y la desinformación trae consecuencias nefastas; como lo que sucedió con la portada de Vanity Fair protagonizada por Emma Watson. El feminismo no es un movimiento para que nos ataquemos entre nosotras por mostrar nuestros cuerpos como se nos plazca, ni para pensar como se nos plazca, porque nuestra vida es solo nuestra. Es un compartir, no una competencia; y el machismo nos sembró eso en la cabeza... tan profundo, que eliminarlo es una tarea ardua; que solo se logra a través del conocimiento, del debate, de la información, de la cultura. Pero esto no será posible mientras nos sigamos golpeando con la doble moral las unas a las otras. 

La desinformación es el origen de todos nuestros males. Es el cáncer de todos los movimientos sociales y mientras no la erradiquemos... seguiremos siendo el chiste y el movimiento que nunca logró nada; mientras mancillamos la memoria de Simone de Beauvoir y Sarmiza Bilcescu.

Carlix.




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