Desde hace algunos meses, el mundo de las artes y el espectaculo parece enfrentar una purga... y de las buenas. Decenas de mujeres y algunos hombres se atrevieron a hacer lo que para esa cupula era impensable: hablar.
Lo ocurrido con este monstruo llamado Harvey Wenstein solo fue la punta del iceberg de algo que todos sabemos que ocurre, pero nadie se atrevia a hablar abiertamente de ello. El abuso y acoso sexual en Hollywood es una realidad palpable y real; que incluso el todo el dinero del mundo no pudo tapar por mucho tiempo.
Muchos fueron los nombres que surgieron despuès de Wenstein. Kevin Spacey, Dustin Hoffman, Jeffrey Tambor, Louis C.K, Brett Ratner e incluso Ryan Seacrest han sido denunciados por personas que alegan haber sido acosadas e incluso en algunos casos violadas por estos nombres. Pero olvidamos que la historia venia dàndonos ya otros, como Roman Polanski y Woody Allen, quienes no pueden visitar Estados Unidos por tener cuentas pendientes con la ley.
Sin irnos muy lejos, Donald Trump fue acusado por varias ex- Miss Universo de acoso, incluyendo a Alicia Machado, quien no solo sufrio acoso verbal, sino fisico y humillacion publica; lo que le llevo a sufrir de desorden alimenticio durante años.
Pero este tipo de cosas no son exclusivas de las luces del 7mo arte. Hoy se anunció el arresto de Nobuhiro Watsuki, mangaka y autor de la famosa obra Rurouni Kenshin, la cual recibio una adaptacion al anime, videojuegos, novelas y tres adaptaciones al cine (y una cuarta en preproduccion), ademas Watsuki estaba ya en serializacion del retorno de Kenshin a las paginas de blanco y negro con un arco completamente nuevo. Watsuki fue encontrado en posesion de pornografia infantil, de niñas entre 10 y 15 años para mas señas. Admitió su error con una escueta disculpa dejando a millones de fanaticos (incluyendome) con una sensación nauseabunda y decepcionante en el pecho. Y es en ese momento en el que te preguntas ¿Cómo puedo separar al monstruo del hombre? ¿Cómo puedo odiar al mensajero y seguir apreciando su obra?
Francamente, para mi serà imposible. Durante años he boicoteado de la manera màs ferviente el hecho de que a Woody Allen se le considere un prodigio del cine a pesar de sus terribles fechorias. Pasé de admirar a Kevin Spacey a sentir un enorme asco y no hablemos de Jeffrey Tambor; su rol en Transparent ahora me parece de lo màs hipocrita. ¿Cómo puedo seguir apreciando uno de mis mangas favoritos al conocer al tipo de persona que lo ha creado? ¿Còmo puedo despreciar a uno y admirar al otro? ¡Es contradictorio a niveles enfermizos!
Uno de mis contactos en Facebook dijo que debìamos separar la obra de sus creadores para seguirlas disfrutando a pesar de estos desdeñables actos. Yo creo que consumir sus productos nos llevaria a validarlos, haciendo que sucesos como estos sigan pasando hasta el punto que no les demos importancia, haciendo que todas las victimas sientan que su coraje fue en vano, y haciendo que esto siga sucediendo, arruinando las vidas y los sueños de muchos ¿O acaso olvidamos que -literalmente- Harvey Weinstein destruyó la carrera de Rose Mcgowan por rechazarlo?
Lo que esta sucediendo, esta revolucion, esta disidencia no debe ser pasada por alto, no debe ser ignorada. No debemos seguir validando a estos monstruos a traves del consumo de su obra; una que esta manchada y corrompida con las lagrimas y el dolor de cientos, miles de personas; muchas de ellas niños.
Carlix
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