Criticar es muy fácil Homero… Y divertido:

              Bueno, se supone que en este artículo yo hablaría de otra cosa, pero el tópico que tocaré hoy tomo prioridad por el simple hecho de que yo a veces caigo en este mismo problema y quiero que reflexionemos todos.

            ¿De que hablo? De la mala, pésima y terrible costumbre que tenemos los venezolanos de criticar, si, como leyeron… criticar. Según la real academia española, el verbo criticar tiene tres significados relevantes:

1.- Examinar y juzgar un asunto.

2.- Expresar opiniones o juicios negativos y contrarios sobre una cosa.

3.- Examinar y juzgar una obra artística o del conocimiento para determinar sus valores.

            Entonces, basándome en esto puedo decir que muchos de nosotros no tenemos la costumbre de criticar sino de destruir lo que no nos gusta o lo que no nos parece que está bien, ayudándonos de ofensas y humillaciones que no aportan nada a lo que se intenta mejorar si no que convierten la situación en un conflicto y en un intercambio de dimes y diretes sin ningún sentido.

            Hace algunos días fui a mi primera convención de animé  en casi dos años; y, no lo voy a negar, no todo fue perfecto, pero la forma en la que algunas personas aniquilaron a los organizadores, a las personas encargadas de los stands, e incluso a los asistentes fue penosa y vergonzosa; sin ningún argumento útil y sin ningún aporte en pro de mejorar; coparon el grupo en Facebook de los organizadores de improperios, insultos y malas palabras. Aquí es donde me pregunto ¿hay necesidad de recurrir a esto para imponer nuestras ideas sobre las otras? ¿Tan urgidos estamos de atención o de que nos digan que tenemos la razón?

            El ejemplo del evento es solo una forma de ilustrar la situación que planteo, pero esto puede llevarse a muchos otros planos; ¿saben que trabajo no me gusta? Ser crítico, de lo que sea, deportivo, culinario, de cine, literatura, arte, música, etc., pues porque es muy fácil decir que esto o lo otro estuvo mal hecho sin ponerse en el lugar de quienes estuvieron trabajando arduamente para que un proyecto se llevase a cabo, claro esta, que tampoco pueden perdonarse los trabajos a medio hacer y creo que esa debería ser la finalidad del critico, pero aportando ideas de cómo puede mejorarse algo… no destruyéndolo o vejándolo.

            Yo soy de las que pienso que para criticar algo, se debe tener una base, un conocimiento de lo que se esta criticando, y aun así, el que seas muy bueno y reconocido en un área no te da derecho a pisotear a quienes también quieren ser buenos, quizás si los orientas o los ayudas generes mas respeto que destruyéndolos… no se… digo yo…

            Hace algunos días leí las críticas a ciertos libros en un foro virtual; tomaban tres o cuatro libros y los analizaban a profundidad para recomendarlos después; hubo uno de ellos (exactamente no recuerdo ahora de cual se trataba, pero era de ficción), que lo atacaron sin piedad alguna, desde que era la peor cosa concebida para la literatura en adelante. Puedo apostar que esas personas que destruyen el trabajo de otros de esa manera no pueden escribir dos párrafos con coherencia entre ellos. Es que ni siquiera los analistas de bests sellers del New York Times, que pueden ser considerados entre los mejores se han referido a ningún libro así, y claro que hay libros malos… pero ellos lo dicen con más delicadeza y tacto.

            Es que incluso (yo no quería tocar este punto, pero a estas alturas ¿que mas da?); muchos criticamos la situación actual en la que nuestro país se encuentra buscando culpables y diciendo que se deberían hacer tales o cuales cosas, pero detengamos nuestra verborrea improductiva por un momento y pensemos esto ¿Estoy YO haciendo algo para que las cosas mejoren? ¿Qué estoy aportando? ¿En esa situación que haría? Una vez nos respondamos esto con absoluta sinceridad y madurez, creo que veremos las cosas desde un punto de vista menos agresivo y más proactivo.

            Muchísima gente quizás no le prestará atención a la crítica, y eso es bueno, pero mi intención con este artículo es hacer que los críticos destructivos reflexionen y sensibilicen un poco sus opiniones, porque bien lo dice el proverbio “endulza tus palabras porque no sabes cuando tengas que tragártelas”. Quizás no todos se detengan a pensar, pero al menos espero que uno o dos lo hagan y con eso me daré por servida.

            Bueno, ya saben… comenten, critiquen (no destruyan) y compártanlo…