Mientras decido si revivir este blog, revivir el podcast o revivir ambos; hay muchas cosas que necesito reflexionar sobre cómo llevo mis procesos creativos y cómo estoy lidiando con el montón de ideas que se apilan en mis cuadernos (sí, aun llevo uno) que nunca logro concretar.
Todo comenzó en 1989, mentira, solo bromeo. El tema es que siempre me vivo preguntando si hago las cosas por atención, aprobación, porque me gusta hacerlas o una extraña combinación de las tres.
Estoy tomando un curso de escritura creativa (ya casi voy por la mitad), y aunque sé que soy buena contando historias y conozco mi talento y cuanto trabajo por mantenerlo el problema es que SOY. MUY. PEREZOSA.
No sé si perezosa es el término, pero tengo esta terrible, pésima costumbre de perderle el amor a las cosas en cuanto no dan los resultados que espero. He tenido como seis blogs y todos los he dejado en el momento en que no alcanzan la notoriedad o popularidad esperada y siempre lucho con el mismo tema y me hago la misma pregunta ¿Hago esto por que me gusta o por que quiero NOTORIEDAD?
A todos nos gusta que nos miren, que nos aplaudan, que nos digan "Me ENCANTO tu trabajo" a mi por supuesto, también. Escribo buenas historias, me empeño en que enganchen, si hablo en público me preparo y OBVIO le meto veinte mil filtros a las fotos para que se vean bien ¿Y saben qué? Vivir persiguiendo ese estándar me agota a veces.
Pero entonces digo "ya, no voy a buscar esos veinte mil likes o esos veinte mil seguidores o esos veinte mil suscriptores. Haré lo mejor que pueda y ya" Piiiiiiiro, cuando inviertes tiempo, dinero y esfuerzo en esto hay días en que "lo estas haciendo lo mejor que puedes" no es del todo suficiente.
Naturalmente hay un patrón cultural que inclina a las personas a diferentes tipos de contenido que se hacen más populares, y que las redes sociales a través de sus maléficos algoritmos mantienen en tendencia para que no salgas de ahí; eso escapa a esta publicación. Pero, al igual que cuando tienes más de un año yendo al gimnasio y esa llantita que a pesar de todos tus esfuerzos alimenticios y físicos permanece allí, cuando pones lo mejor de ti allá afuera y los números no suben... comienzas a sentirte... bueno... MAL. Y creo que es lo que me ha pasado toda la vida cuando los números no suben.
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Y estoy harta de fingir que no
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Los resultados para TODO en la vida son un proceso largo, arduo, que requiere mucha paciencia y disciplina... que yo no tengo. Si lo que quiero es popularidad, pues bueno, podría haber comprado un montón de seguidores en cualquier página de estas truchas y ya; pero ESO NO ES LO QUE QUIERO. Quiero un público real, que responda a mi trabajo. Que cuando el capítulo sea un asco me escriban al DM y me digan "Carlix... este episodio pudo mejorar" porque de nada me sirve tener 10.000 suscriptores en un canal de youtube y que solo 1000 hayan visto el vídeo ¿Verdad?
¿Entienden mi encrucijada ahora? Naturalmente yendo y viniendo no se construyen las audiencias, eso lo sé. Imagínense cuanto tuvo que quemarse el cráneo Stephen King escribiendo cualquiera de sus libros para ser quien es, cuantas noches en vela pasó Pewdiepie para pensar en el contenido de su canal y llegar a ser el youtuber con la mayor cantidad de suscriptores en la plataforma, cuantas puertas tuvo que tolerar Rebecca Sugar que le cerraran en la cara antes de que CN le aceptara Steven Universe; y la lista sigue. A veces para apuntar a las estrellas, uno tiene que levantar la mano y moverse.
Hay una frase que me gusta mucho; y es que la constancia mata al talento. Mucha gente con talento simplemente se confía de sus facultades y nunca las mejora, mientras que quienes sienten que no pueden dibujar dos líneas derechas practican todos los días, gastan lápices y se maltratan las muñecas hasta que llegan. Esa es la constancia que quiero tener, y que de hecho tengo; solo que a veces la cultura del estrellato instantáneo me molesta y me pesa. Qué genial sería vaciar un sobrecito en un vaso y simplemente llegar a todos los quieres llegar; pero eso se acabó con las Kardashians y ahora nos ves a todos peleando por el brevísimo span de atención de la gente con todo en nuestra contra, incluyendo los malévolos algoritmos de redes como Instagram y Youtube.
Entonces llegué a la conclusión de que lo único que puedo hacer es poner lo que quiero allí, a que lo lean, a que lo vean, a que lo escuchen. Con proyecciones bajísimas para empezar y dejar que me sorprendan. Este blog tiene meses dormido y el último artículo publicado tiene solo 5 vistas ¿Y saben qué? Está bien, puedo vivir con eso. Es lo que proyectaré para este, y si lo leen 6, ya es 1 vista más que el anterior. Y al igual que cuando uno empieza a estudiar, va al gimnasio, toma un trabajo o empieza una relación, es cuestión de presentarse todos los días, a la misma hora, con un artículo/foto/relato/Dibujo/podcast, cada vez mejor. Que sea lo que yo leería, a donde me sintonizaría una vez a la semana religiosamente, como ir a misa.
Quizás solo así deje de apuntar a las estrellas y comience a trabajar en alcanzarlas.
Carlix
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